Cáncer: patología hereditaria o afección esporádica

Las células de todo nuestro organismo normalmente tienen un ciclo: nacen, cumplen una función específica, crecen de forma controlada y luego mueren para ser reemplazadas por otras. El cáncer ocurre cuando alguna de estas células pierde su capacidad de crecimiento controlado y empieza a reproducirse sin control, dejando de cumplir sus funciones normales. Este crecimiento desbordado de células anormales puede posteriormente poner en riesgo el funcionamiento normal de nuestro organismo.

La mayoría de los tipos de cánceres son esporádicos, es decir, no se asocian a una mutación genética que predisponga a la descendencia a padecer también cáncer, sin embargo, un porcentaje de pacientes puede tener cáncer relacionado con herencia. Se sabe que, hasta el 10-15% de los pacientes con cáncer pueden tener un componente genético o relacionado con herencia, en estos casos, la persona puede tener alguna anormalidad o mutación en sus genes que confiere un riesgo mayor de padecer cáncer a lo largo de la vida, y estas mutaciones genéticas en ocasiones (no siempre) se pueden heredar a los hijos. 

Cuando el médico oncólogo sospecha un cáncer hereditario en un paciente, solicitará una evaluación al médico especialista en genética para clarificar este diagnóstico y, en consecuencia, realizar una asesoría genética al paciente y a su núcleo familiar. 

Es muy importante mencionar que es muy raro detectar la presencia de mutaciones genéticas que predisponen a cáncer en la población general, por tanto, si usted es una persona sana sin antecedentes familiares de cáncer, no debería realizar una asesoría genética ni mucho menos solicitar exámenes de laboratorio en búsqueda de mutaciones genéticas.

Sí. Una buena cantidad de los tipos de cánceres que nos afectan, se pueden prevenir con simples actos de la cotidianidad, incorporando hábitos de vida saludable. Es clave mencionar que, el estilo de vida saludable, no solo disminuirá el riesgo de padecer cáncer en la vida de una persona, sino también otro tipo de enfermedades como lo son las cardiovasculares. Tres simples hechos que disminuirán significativamente el riesgo de padecer una buena cantidad de tipos de cánceres son:

Para algunos de los tipos de cánceres más frecuentes existen estrategias gubernamentales de tamización o cribado, estas consisten en la realización de una prueba diagnóstica a una población general en riesgo de padecer un cáncer, pero que no tiene síntomas de esta enfermedad. El objetivo de estas estrategias es realizar la detección oportuna del cáncer, en una etapa temprana. Ciertos tipos de cánceres como el de cuello uterino, mama, próstata, colon, estómago y pulmón, cuentan con estrategias de tamización o cribado.  

Por otro lado, es importante ser consciente de la salud propia, detectando la aparición de síntomas o signos que pueden sugerir la presencia de cáncer y consultando al médico en consecuencia. La aparición de bultos o masas en cualquier parte del cuerpo, pérdida de peso no intencional, cambio en la coloración de la piel, sangrado espontáneo por cualquier sitio, fiebres por más de 10 días sin una clara explicación, entre otras, constituyen hallazgos de alarma que deben motivar una consulta inmediata al médico.

Como mencionamos previamente el cáncer no es una sola enfermedad, sino un conjunto de enfermedades muy diversas. Por tal motivo, el tratamiento también implica intervenciones muy diferentes para cada paciente y cada tipo de cáncer. Por ejemplo, el cáncer de la sangre generalmente se trata con medicamentos de quimioterapia. En contraste, los tumores sólidos requieren habitualmente para su tratamiento, de la combinación de diversas estrategias terapéuticas como la cirugía, la radioterapia y los medicamentos de quimioterapia, entre otros.  

Si se puede. Hoy en día no contamos con una fórmula mágica para curar todos los tipos de cánceres, sin embargo, con las estrategias de tratamiento descritas e individualizadas para cada paciente, se puede lograr curar a un porcentaje importante de personas. En la actualidad las posibilidades de cura y supervivencia para muchos tipos de cánceres cada vez son mejores, esto debido a la detección precoz y al advenimiento de tratamientos cada vez más efectivos y seguros. 

El tratamiento del cáncer ha evolucionado positivamente a lo largo de décadas, logrando mejorar la expectativa y calidad de vida de muchos pacientes. Una forma de aportar al control del cáncer como individuos, es hacer una gestión apropiada de nuestra salud, fundamentalmente llevando hábitos de vida saludables y consultando oportunamente en caso de aparición de síntomas o signos de alarma. El control del cáncer es responsabilidad de todos.